No te quedes en el camino

Philip Reis, en 1862, presentó un invento para transmitir sonido por medio de cables, lo cual asentó la base para la invención del teléfono. Pero los demás científicos alemanes lo disuadieron de su invento, diciendo que el telégrafo ya era suficiente. Diez años después, Alexander Graham Bell patentó el teléfono. Un inventor se quedó con la idea, el otro persiguió su invento y lo logró. ¿Elegirás seguir adelante con tu anhelo?