Las frustraciones y la felicidad

La gente feliz no es la que tiene menos frustraciones. En todo andar de la vida existen frustraciones. La gente con menores frustraciones no es la más feliz. La gente más feliz es aquella que equilibra sus frustraciones, pérdidas y golpes con sus éxitos, sus recursos, sus logros y avances. Es decir, todo sol y nada de tormentas produce un desierto. Cuando hay tormentas, el buen tiempo se aprecia aun más. La felicidad no es algo que se busca, que se persigue, sino algo que viene como consecuencia de la clase de vida productiva que llevemos. Es la consecuencia, entonces, y no el inicio.