Ama a tu prójimo como a ti mismo

Amarse a otros comienza con uno mismo

La psicología afirma este antiguo principio bíblico: Que para que una persona ame y acepte a otra persona, debe amar y aceptarse a sí misma. La baja autoestima es uno de los factores principales de discusiones matrimoniales. Cuando una persona continuamente agrede, hostiga y critica, es señal de estar desconforme consigo mismo, y por lo tanto, hiere a otros. En el caso del matrimonio: si un cónyuge es infeliz, es probable que su matrimonio sea infeliz.

Uno piensa sobre los demás lo que piensa de sí mismo. Una buena autoestima hace que seamos más tolerantes y más comprensivos con otros. Cuando más caritativa sea una persona consigo misma, mayor es su equilibrio emocional. La persona que no se acepta a sí misma no puede verse de manera apropiada. La persona que se acobarda ante sus defectos y errores no visualiza sus virtudes.

La gente con menor autoestima es más prejuiciosa con los demás. Cuando su autoestima mejora, disminuyen sus prejuicios. Conclusión: Para cambiar la actitud de una persona hacia los demás, hay que cambiar primero su actitud hacia sí mismo.

Errores que nos llevan a la baja autoestima:

1.   Una imagen irrealista de uno mismo.

2.   Un ideal inalcanzable de uno mismo.

3.   Creer que uno debe ser amado y aprobado por todos para ser feliz.

4.   Creer que no necesita ser amado y aprobado para ser feliz.

5.   Sentirse fracasado por aspectos no resueltos en su vida.

¿Cómo aumentar la autoestima?

1.   Con un concepto equilibrado de uno mismo.

2.   Aceptándose como uno es. No condenándose por tener faltas como todos los demás.

3.   Aprendiendo a comunicar y valorar a los demás.

4.   Aprendiendo a recibir valor y afecto de los demás.