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Un espacio de reflexión y crecimiento personal

El contentamiento: un súper poder



Muchos de nuestros problemas resultan del descontento. Hay algunos ejemplos: Estamos adictos a la comida, a pastillas, a las deudas, al desorden, a conocer gente, infelices con nuestros cuerpos, envidiosos, celosos, y piensas que todo el mundo está más feliz pero tú no eres feliz, porque no es suficiente con lo que tienes. Te enojas porque estás esperando un ideal que no ocurre, y te aferras a lo que crees que debe ocurrir.


Los problemas claves están asociados con el descontento:

Nos aferramos a una fantasía o ideal.

Nos definimos como infelices.

No creemos en nosotros mismos.

Buscamos la felicidad fuera de nosotros.

¿Puedes descubrir raíces de descontento que tienes en tu vida en cada uno de tus problemas?

¿Qué es el contentamiento? Es ser feliz con lo que eres. Es aceptación, es agradecimiento.


Pregúntate si hoy tienes contentamiento, y si no, ¿cómo quisieras ser más contento? Somos demasiado críticos de nosotros mismos, de nuestros cuerpos, de nuestros defectos. Es decir, no nos gusta nuestra vida. Y esto nos hace descontentos.


Tu relación con ti mismo es una relación como con cualquier otro. Comienza a trabajar en confiar en ti mismo. Te juzgas mal. Te comparas con otros. Recuerda que cuando te comparas con otros, es una fantasía con la cual te comparas, no es la realidad. Siempre hay una sensación de insatisfacción porque sientes que hay algo que sientes que tienes que mejorar. Tenemos la fantasía de encontrar la felicidad fuera de nosotros, que nuestra vida sería increíble una vez que logremos tener esas cosas externas. Estamos descontentos con nosotros mismos porque creemos que debemos ser mejores. Esperamos que los demás sean todo lo que imaginamos que deben ser. Que nunca serán impacientes, ni maleducados, ni indiferentes con nosotros. Tenemos la fantasía de cómo debiera ser nuestra vida. El contentamiento tiene que ver con soltar estas fantasías y darnos cuenta que la vida es asombrosa sin ellas. ¿Cómo soltamos las fantasías? Primero al iluminarlas con la luz de la conciencia, observarlas, y darnos cuenta que no las necesitamos. Suéltalas, y aprende a verlas. Toma nota de cuando estás frustrado, desilusionado, enojado, estresado o infeliz… y escribe en ese momento cuál es la fantasía/ilusión/expectativa que estás teniendo. Aprende a soltar las fantasías. Aprende a solar las “necesidades” que crees necesitar. Las necesidades inventadas se pueden eliminar. Solo hace falta la disposición de soltarlas.


Pregúntate, ¿Por qué tengo esta necesidad? A veces hay una voz crítica y negativa que causa que nos examinemos y juzguemos duramente. Hay momentos en que la voz crítica tiene razón, pero la mayoría de las veces es una voz simplemente negativa y dañina, a la cual no debemos hacer caso. Nos equivocamos en algo pequeño, y ya el crítico interior nos dice, ¡Eres un desastre! Si le damos lugar a este crítico podemos terminar derrotadas y desalentadas.


Sí, hay que perdonarse uno mismo de los errores y pecados que ha cometido, pero “fiel es Dios” para nuevamente darnos nuevas oportunidades. Aprendamos a examinar nuestras fantasías irrealistas que nos dañan y nos roban la vida. ¿Por qué necesitas compararte con otros? ¿Por qué escuchas tanto a esa voz crítica y destructiva? ¿Tienes que juzgarte todo el tiempo de manera tan negativa?

¿No será que debemos amarnos y aceptarnos más a nosotros mismos?

Tenemos que echar fuera las imágenes de fantasías y expectativas irreales. Son innecesarias.


A continuación hay algunas maneras en que la gente busca la felicidad fuera de sí:

1. En la pareja romántica. Es una fantasía esperar que supla mis necesidades.

2. En adicciones, comida, drogas, alcohol, videojuegos, televisión, redes sociales. Nos dan un placer y una distracción temporarios, pero no producen felicidad.

3. En emociones y diversión. ¿Qué sucede cuando no puedes estar divertido todo el tiempo?

4. En trabajo. Quizás estés buscando felicidad en tu trabajo. No hay nada malo en trabajar, pero no debes buscar tu felicidad allí.


Seguramente encontrarás otras maneras en donde buscamos la felicidad.


La felicidad es más bien la inversión en ti mismo. La generosidad, brindar amor, ser compasivo, escuchar a otros, apreciar y valorar lo que tienes, tener una misión en la vida, ser creativo… y otras cualidades más.


Recuerda que la otra persona nunca es el problema. ¿Qué significa? Que si alguien te maltrata, el problema no es la acción del otro, sino tu reacción. O tu acción basada en tu reacción. Antes de reaccionar toma una pausa. No tomes nada personalmente. Tiene que ver con ellos mismos. Reafirma tu valor personal. No dejes que tu valor personal sea atacado por la conducta de otros. Tú determinas tu propio valor. Sé compasivo con la persona que te maltrata (si bien si es necesario, pon límites saludables y firmes). No necesitas la validación del otro para ser feliz, porque y ate aceptas. No necesitas que otro te ame para que te sientas amado. Es muy lindo ser amado, pero tienes que proveer tu valor y el amor que necesitas por ti mismo. No necesitas depender del otro, ni tienes miedo a que la persona te deje. Ya eres un ser integral y completo en ti mismo. Si una persona vive necesitada, dependiente e insegura ninguna otra persona podrá suplir esa necesidad. Una persona integral puede estar sola y estar en paz, como también estar en compañía y en paz. Para el que vive necesitado, nada le es suficiente.

Recuerda que tienes todo lo que necesitas para ser “entero”, solo necesitas soltar tus inseguridades y abrazar el hecho de que ya eres una persona “entera”. Eres una persona completa. ¿Cómo soltar las inseguridades? No es nada fácil. Nota tus inseguridades cuando aparecen, cuando piensas que los demás no te aman lo suficiente, cuando te preocupas que no eres suficiente, que tendrías que mejorar para que los demás te amen más…. Pero recuerda… estás bien cómo eres y no necesitas de nadie que te “complete” o te mejore.

Piensa en tus relaciones con los demás y pregúntate: ¿Estás inseguro, celoso, dependiente de otros? ¿O tu relación es por seguridad y confianza? Cuando estás bien con lo que eres, mejorarás tus relaciones con los demás. Ya no estás con las personas por una necesidad, por buscar encontrar en ellos lo que crees que necesitas… si tienes tu propia aprobación, y valor, no lo necesitas de otros. ¡Dios te aprueba, porque te hizo exactamente como eres y así te ama! ¡Nada tienes que hacer para que Dios te ame! (Es una realidad que nos cuesta entender). Puedes ser simpática, alegre, generosa sin depender de los demás. Hasta puedes ir soltando lo que las personas piensan de ti. Ya no te afectará ni lo necesitarás de otros. El contentamiento es la receta para mejorar las relaciones. Deja de compararte con los demás. Toma distancia de tus emociones, obsérvalas, pero no las tomes como la verdad sino como una indicación, un mensaje. Pero tu contentamiento no es pasividad.


El contentamiento es un súper poder. Si practicas más el hábito del contentamiento, mejorarás tu vida en muchas maneras. Disfrutarás más de la vida. Fortalecerás tus relaciones. Vas a confiar más en ti mismo. Estarás más contento con tu cuerpo, tus dones, tendrás más alegría y menos enojo.

¿Cómo implementarás más contentamiento en tu vida?

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