Dos estatuas importantes

Viktor Frankl decía, “Recomiendo que se suplemente la Estatua de la Libertad en la costa oeste (de los Estados Unidos) con una Estatua de la Responsabilidad en la costa oeste.” Frankl indicaba la distancia entre lo que uno es, y en lo que debiera llegar a ser, afirmando que el hombre es responsable de actualizar el significado potencial de la vida.

Teniendo la opción de salir legítimamente de una Viena nazi al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Frankl eligió quedarse para cuidar de sus padres ancianos, y fue llevado por varios años como prisionero en campos de concentración. En su libro El Hombre en Busca de Sentido, él escribe que el sufrimiento no es necesario para encontrar el sentido, pero que “el sentido es posible a pesar del sufrimiento”. Al ser liberado del campo de concentración en 1945, descubrió que había quedado solo. Sus padres, hermano y su joven esposa embarazada habían muerto en los campos de concentración. Sin embargo, Frankl permaneció en Viena cuando muchos otros como él eligieron emigrar a otros países. Aun así, insistió que la esperanza y la energía positiva pueden convertir los desafíos en triunfos.

La sabiduría de Frankl, como médico psiquiatra, fue que es la actitud positiva hacia la vida, ante sus desafíos y oportunidades, lo que permite que una persona soporte el sufrimiento y la desilusión como también potencia el disfrute y la satisfacción. Una actitud negativa, explicaba, intensifica el dolor y profundiza las desilusiones, el placer y la satisfacción. Las decisiones humanas deben ser activas más que pasivas, afirma.

Estas dos estatuas tienen que estar erguidas en nuestras vidas, la libertad de decidir, y la libertad de actuar…responsablemente.

¿Qué decisiones tomarás hoy? ¿Elegirás una actitud de esperanza y lucha a pesar de tus dificultades? Viktor Frankl claramente vivió su propia historia aplicando sus propias palabras y nos legó esperanza y sentido teniendo la actitud correcta.