¡Quiero cambiar de actitud!
¿Qué hacer para cambiar nuestra percepción y mejorar nuestra actitud?
Comienza dedicando un tiempo a la reflexión y el silencio. Para de correr tanto y de estar tan ocupado y dedícate a meditar y pausar tu vida. Tienes mucho que hacer, es verdad, y así más aún, es necesario que dediques tiempo de quietud y meditación.
No es fácil enfocarte en lo que es importante. Generalmente, nuestros pensamientos nos desbordan, y perdemos energía en tanto desorden mental. Aprende a gobernar tus pensamientos, los cuales afectan tu estado de ánimo y tu capacidad de tomar decisiones.
Recuerda: la verdadera paz interior no es la ausencia de turbulencia ni de problemas externos, sino de estar en paz contigo mismo, en aceptación de lo que te ocurre, y minimizando las preocupaciones.
Agradecimiento es apreciar lo que ya tienes. Aun cuando no tienes todo lo que anhelas, sé agradecido por lo que tienes, y aun agradecido por lo que todavía no tienes.
Piensa en tus problemas como oportunidades de crecimiento, desafíos personales. No existe el éxito sin el esfuerzo.
Un escritor mencionó: “Si el camino era fácil, seguramente era el camino equivocado”.
Nuestras oportunidades a veces aparecen en nuestros momentos más difíciles.
Así que recuerda: tu mente es el campo de batalla. Y así es, donde ocurren las luchas, allí también ocurren las victorias.
Preguntas:
¿Cómo puedes cambiar el enfoque de tus pensamientos?
¿Cómo puedes transformar tus pensamientos negativos en pensamientos proactivos?
Aprende a decir no cuando realmente tienes que decir no. Los demás siempre estarán invadiendo tus límites, por lo que necesitarás tener firmeza y claridad. Muchas veces decimos que sí ante la presión o sentimientos de culpa, pero a la larga terminamos haciendo lo que no queremos hacer o que nos distrae de nuestra tarea más importante. Al decir no, con firmeza y amabilidad, estás marcando tus límites.
Pensar siempre en lo negativo es destructivo. Sea recordar continuamente nuestros fracasos o equivocaciones, de nada sirve para mejorar el futuro. Hay que aprender las lecciones del pasado, es cierto, pero aplicarlos con esperanza hacia el futuro. Entrena tu mente hacia los pensamientos de fe.
Ten buenos planes para tu futuro. Planea tu tiempo, tus finanzas, tus estudios, el uso de tu tiempo, tu esparcimiento, ¡todo lo que puedas! Lo que falles en planear, quedará en el aire. Vive en plenitud el presente, pero también planea tu futuro, en cuanto de ti dependa.
Ni pierdas tiempo en compararte con los demás. Una persona exitosa sabe que la única persona con quien tiene que compararse es consigo misma. La comparación con otros es inútil, improductivo, y fomenta más pensamientos negativos.
No te definas por tu pasado. Tu pasado es importante, pero que no se convierta en una prisión. No te limites por tu pasado. Piensa más bien en dónde estás hoy y cómo estás activo hoy.
Un cambio de actitud es posible si persistes en pensar los pensamientos correctos y en elegir lo mejor de las cosas.
