Preguntas que marcan la diferencia

Un niño de siete años estaba en un parque observando a un gran jugador de tenis afroamericano llamado Ron Charity practicando en la ciudad de Richmond, Virginia, Estados Unidos. El padre del niño era el supervisor del parque y a menudo su hijo se entretenía en su lugar de trabajo.

El niño estuvo observando por un buen tiempo, y luego Ron Charity tomó un descanso y fue caminando en dirección al niño. “¿Te gustaría aprender a jugar?” le preguntó con amabilidad. Con esa pregunta y con esa disposición, la vida del niño cambió para siempre.

Este niño, Arthur Robert Ashe Jr (1943-1993) se convirtió en un gran jugador de tenis y en un activista por los derechos civiles. Arthur dijo: “Así de sencillo, fue transformada mi vida.”

Ashe llegó a ser el tenista número dos del mundo y ganador de tres títulos de Grand Slam. Fue el único jugador afroamericano que ganó los campeonatos de Wimbledon, el Abierto de Estados Unidos y el Abierto de Australia en singles. A pesar de sus muchos logros, dijo que el momento más feliz de su vida no fue cuando ganó la final de Wimbledon, sino cuando supo que Nelson Mandela había sido liberado, en 1990, luego de 27 años de cárcel por luchar contra el apartheid y finalmente fue el primer presidente de raza negra de Sudáfrica en 1994.

¿Qué pregunta podemos hoy hacer a alguien de nuestro entorno que lo inspire y lo alienate? ¿Qué podemos hacer para alentar, inspirar y enseñar a otra persona?

Con una simple pregunta, Ron Charity cambió el destino de un niño. Con tu pregunta amable, con tu actitud correcta y tu aliento podrás marcar y afectar el destino de quienes están a tu alrededor.