¡No te dejes distraer!

Durante el año 1941, mientras la Segunda Guerra ya había comenzado en Europa, un embajador japonés fue enviado a Washington DC, aparentemente buscando la paz con Estados Unidos.
Sin embargo, en Japón se estaba planeando un ataque sorpresivo sobre Pearl Harbor, una base naval cercana de Honolulu, Hawaii. Es más, pocos minutos y horas antes del ataque hubieron varias señales y advertencias que no fueron tenidas en cuenta que lo hubieran limitado. Fue así que el ataque repentino sobre suelo estadounidense el 7 de diciembre produjo la pérdida de 20 buques navales, 300 aviones, 2400 personas murieron, y 1000 fueron heridos. Como resultado, a los pocos días Estados Unidos declaró la guerra contra Japón, y allí lo demás es historia.
Si bien venía complicada la relación de Estados Unidos con Japón, el ataque fue imprevisto, en un momento imprevisto, en un lugar imprevisto.
La distracción es una táctica común en guerras. Y así en nuestras mismas vidas. Hay muchas cosas que nos distraen, nos agotan las energías, y nos llevan al cansancio y a la dejadez. Terminamos dejando de lado nuestros proyectos, nuestra salud, nuestras relaciones más importantes…. Perdemos de estar atentos en lo esencial y nos distraemos en cosas no esenciales: cuando simplemente hubiéramos avanzado de estar atentos y enfocados. Presta atención a las señales de advertencia que hoy tienes que reconocer para activarte en la dirección correcta.
Toma unos minutos ahora para reenfocarte en tus prioridades, en tus definiciones y en recuperar lo que hayas perdido por estar distraído.