Lecciones de la ocarina

En el mundo se han vendido más de siete millones de juegos de Nintendo, La Leyenda de Zelda, La Ocarina del Tiempo, siendo uno de los videojuegos más populares que hay. En este juego, aparece la ocarina, un pequeño instrumento musical antiguo hecho de arcilla.
De por sí, la ocarina, la “flauta de barro” tiene una forma curiosa, pero al soplar por su boquilla y tapar los agujeros del instrumento, produce un sonido hermoso y melancólico. El sonido de la ocarina se puede comparar con los vientos que soplan en los montes y quebradas.
Un joven músico en Italia, Giuseppe Donati, construyó una ocarina en 1853 y le puso ese nombre, y se extendió en Europa; pero en realidad la ocarina existió cientos de años antes en América Pre hispana, como con los mayas, aztecas, y quechuas, como también en la antigüedad de los chinos. Se hacía más bien de barro, luego también de hueso, y hoy en cerámica, metal, plástico y madera.
La ocarina nos muestra cómo una pequeña cantidad de arcilla se puede transformar en un instrumento bello y movilizador. Así con nuestras vidas. Con lo que tenemos en nuestras manos podemos brindar a los demás una melodía de alegría, de inspiración y aliento. Desde la sencillez de lo que somos y tenemos, ofrecemos un canto a la vida.