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Un espacio de reflexión y crecimiento personal

El enojo (Parte 2)


El Dr. Michael Edelstein afirma que el enojo surge de sentimientos generados por actitudes y creencias. Él afirma que uno no se libera de estos sentimientos al expresarlos, ya que expresarlos se afirman y potencian estos sentimientos de ira y enojo.

Según Edelstein, el enojo ES:

Actuar fuera de control para lograr el control.

Un desarreglo emocional.

Insalubre, y nos puede enfermar físicamente.

Adictivo: ya que nos puede hacer sentir bien en corto plazo y repetimos la conducta.

El enojo generalmente es una máscara para emociones más profundas como el dolor y el temor.

Es psicológicamente dañino porque aumenta nuestra frustración y ansiedad a largo plazo.

El enojo NO es:

Un reductor de estrés.

Una buena manera de motivar el cambio en otros.

Una manera eficaz de expresar un mensaje.

Un agente de control.

Símbolo de fortaleza.

¿Qué es entonces el enojo?

El enojo se podría definir como una reacción automática a un insulto real o imaginario, frustración o injusticia, produciendo una agitación emocional. La persona madura puede determinar con exactitud la razón de sus sentimientos. Se da cuenta de su enojo. La persona madura tiene pleno control de sus acciones, ya que su respuesta es por decisión más que por reacción. Si esta persona se enoja, su enojo lo lleva a una acción positiva. Esta persona sabe gobernar sus emociones de tal manera que no daña a los que están a su alrededor ni tampoco se daña a sí mismo al almacenar enojo.

¿Cuál es tu reacción habitual frente a situaciones de enojo propio?

La persona inmadura puede esconder su enojo, negarlo, o volcarlo hacia fuera. La persona inmadura toma dos decisiones básicamente equivocadas: esconder y reprimir el enojo, o expresarlo en hostilidad hacia otros. Estas personas rara vez se toman el tiempo de analizar su enojo, ni de entender sus causas, ni en buscar sanidad en sus heridas emocionales.

Dwight Carlson escribe: “Hay dos cosas que hay que entender respecto al enojo: que el conflicto es normal e inevitable...Tenemos que darnos cuenta que estar enojado con un ser querido no significa que no lo amamos. Es un hecho que la gente que es más cercana a uno es con quien uno más se enoja. El conflicto es un hecho de la vida. Pero sí tenemos la opción de cómo lo vamos a manejar y qué resultados a largo plazo resultarán. Traer el conflicto a la luz y tratarlo constructivamente se llama confrontación. Mucha gente evita la confrontación a todo costo—y los costos son altos. ¿Por qué es que tanta gente evita confrontar los problemas directa y constructivamente? Primero, porque tratar con el enojo constructivamente es primero más incómodo que tratarlo destructivamente. Toma tiempo y esfuerzo para tratar el enojo de manera positiva, especialmente cuando estamos aprendiendo a cómo hacerlo. En segundo lugar, la gente ha sido enseñada que “poner límites” al otro está mal. Tiene la idea que la gente buena acepta las cosas mansamente. Tercero, mucha gente no comprende las consecuencias de no confrontar aquellos con quienes están enojados, así que continúan con sus viejas maneras de vivir. Si eres la clase de persona que está siempre al filo del enojo, debes aprender a controlarte primero antes de confrontar el problema constructivamente. Si eres la clase de persona que evita las confrontaciones, tendrás que renunciar a tu tendencia a distanciarte o ausentarte del problema—para enfrentar los problemas en lugar de huirlos. La verdadera confrontación no es atacar a la otra persona; es amar suficientemente a la otra persona y la relación para hablar directamente con ella. Hay tres maneras básicas de confrontar: 1. Informar. 2. Compartir tus sentimientos. 3. Reprender, corregir.”

El enojo se podría definir como una reacción automática a un insulto real o imaginario, frustración o injusticia, produciendo una agitación emocional. La persona madura puede determinar con exactitud la razón de sus sentimientos. Se da cuenta de su enojo. La persona madura tiene pleno control de sus acciones, ya que su respuesta es por decisión más que por reacción. Si esta persona se enoja, su enojo lo lleva a una acción positiva. Esta persona sabe gobernar sus emociones de tal manera que no daña a los que están a su alrededor ni tampoco se daña a sí mismo al almacenar enojo.

Consejos para tratar con tu enojo.

El Dr. Edelstein aconseja que:

1. Trates de decirte que tú mismo provocaste tu enojo.

2. Renuncies a la idea que el enojo tiene que ser expresado.

3. Aprendas a pasar por alto cosas poco importantes.

4. Reconozcas el dolor o el temor que precede el enojo.

5. Bajes el volumen de tu voz.

6. Reconozcas que la gente no está en contra de ti, sino que están a favor de ellos mismos.

7. Reconozcas que el comportamiento abusivo de otra persona habla más de ellos y de su dolor emocional más que contigo.

8. Te preguntes si tus sentimientos de enojo te están ayudando a resolver el problema.

9. Aprendas a no pegar golpes bajos.

10. Te preguntes si el problema seguirá siendo tan importante dentro de una semana.

11. Evites leer la mente de los demás.

12. Aprendas a estar de acuerdo en estar en desacuerdo.

13. “Los mates” con la amabilidad.

¡Qué interesante desafío este último consejo! “Matar con amabilidad” en lugar de herir, dañar, ofender y reaccionar. Resumen: debemos actuar con responsabilidad frente a nuestro enojo, reconocerlo, y encauzarlo adecuadamente, con respeto y amabilidad.

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