top of page

Un espacio de reflexión y crecimiento personal

EL ENOJO (Parte 1)


El enojo es un estado emocional impreciso de definir. Puede surgir desde una irritación menor a una ira violenta. Comienza a funcionar desde nuestra infancia, y nos acompaña hasta la muerte. Es una hostilidad que surge cuando nuestro progreso o intención hacia una meta deseada es bloqueada o interrumpida.

El Dr. William Channing dijo, Normalmente yo peso 70 kilos, pero cuando estoy enojado, ¡peso una tonelada! ¿Cuánto pesas, entonces, cuando estás enojado?

Hay muchas causas que nos llevan al enojo, ya que el enojo es síntoma de una disconformidad interior, de una reacción negativa frente a las circunstancias. El enojo puede traer efectos físicos sobre nuestro cuerpo: tensión alta, úlceras, dolores de cabeza y otros síntomas. Cuantas mayores frustraciones y enojos tenemos, mayores consecuencias tendremos. Recordemos que frustración es un enojo menor, que más bien se expresa en un estado nervioso, irritación y disconformidad. El enojo ya es una muestra evidente de alteración nerviosa y descontento.

Levantamos la voz, explotamos en rabia, golpeamos una pared...o aún peor y devastador, golpeamos a otros.

Sabemos que almacenar estas emociones resulta dañino para la salud. Pero, ¿cómo encaminarlas correctamente? Los niños, por ejemplo, sufren mayores frustraciones que los adultos (alerta, padres), ya que muchos de sus deseos no pueden ser realizados. ¡Hay muchos “no” en la vida de un niño! Las tareas domésticas de la mujer en la casa son también altamente frustrantes. Los adolescentes viven frustraciones por encontrarse en la mitad de su etapa entre la niñez y la juventud. Los adultos viven frustraciones porque encuentran dificultades en sus vidas.

La gente más tensa es más rápida en explotar. El hombre tiende a enojarse contra cosas inanimadas (la economía del país, el automóvil descompuesto, herramientas que no funcionan, su equipo favorito de deportes pierde, etc.) La mujer, por el contrario, se enoja contra personas (los hijos, el marido, la vecina, etc.).

Pero tristemente, los estudios también nos indican que después de la explosión de ira, el 85% queda fatigado e irritable. Tan solo un 15% se siente mejor. Explotar no es la solución al enojo. Pero los médicos aconsejan hacer deportes o actividades en las cuales uno queme sus calorías nerviosas. Se ha analizado que el momento de mayor riesgo de enojo es durante las comidas o inmediatamente después. ¡Cuidado con las discusiones durante la comida! Debemos dejar los problemas para después, para poder digerir correctamente la comida.

Durante los estados de enojo nuestros nervios aumentan las señales al cerebro, causando que los dolores físicos ya existentes (o inexistentes) aumenten y aparezcan. Una persona enojada, en consecuencia, sufre de mayor dolor. Una persona tranquila no sufre tanta sensación de dolor físico. Las personas de mejor humor se recuperan con más facilidad de sus enfermedades. La mayoría de los dolores de cabeza resultan de causas emocionales y mentales. Las mujeres, lógicamente, por ser más emotivas, sufren de más dolores de cabeza que los hombres. Los solteros sufren de más dolores de cabeza que los casados. Los jóvenes sufren más dolores de cabeza que los mayores, ya que precisamente los mayores generalmente son más calmados. Aquellos que realizan trabajos mentales tienen más dolores de cabeza que quienes realizan tareas físicas.

Posts Destacados
Posts Recientes
Buscar por etiquetas
Síguenos
  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • Google Classic
bottom of page