10 ladrones de energía
¡Cuántas veces vemos que las cosas que vivimos nos roban las fuerzas, las ganas de vivir, la energía que necesitamos a diario para luchar y andar! Debemos identificar aquello que nos roba la alegría y las fuerzas, para poder erradicarlo de nuestras vidas, y saber cómo combatirlo.
UNO. PENSAMIENTOS NEGATIVOS. NO HAY FE, NO HAY ESPERANZA.
Los pensamientos negativos nos llevan al lugar de víctima, de inutilidad, de impotencia. Tenemos miles de pensamientos diarios, busquemos enfocarlos en la fe, en la esperanza. Cuanto más pensamientos negativos más oportunidades desperdiciamos. Hay personas a nuestro alrededor que nos quieren llevar a más pensamientos negativos. Cuídate de gente negativa y pesimista. Presta más atención a estas cosas. Y busca planear más tu vida, si no, andarás a la deriva, sin metas.
DOS. UNA VIDA DESORDENADA.
Acá encontramos personas que no tienen disciplina, no ordenan sus vidas, no cumplen con sus responsabilidades, descuidan sus tareas, no completan tareas. Y esto lleva a una vida desordenada. Ver demasiadas noticias negativas. Comienza con papel y lápiz, escribe tus responsabilidades, usa una agenda para administrar tus días. La mente se cansa, se desgasta. Hay que darle descanso con recreación, un buen libro, actividades placenteras.
TRES. ENFOCARNOS DEMASIADO EN EL PASADO.
Enfocarnos de más en el pasado no cambia las cosas. Es bueno reflexionar, analizar, pero vivir mirando hacia atrás no conduce a un futuro mejor. Acepta el pasado, pero enfócate en el presente y el futuro.
CUATRO. DESCUIDAR LA SALUD.
Alimentarse mal. Descansar mal. No tener actividad física saludable. Descuidar los tiempos de esparcimiento. Muchos de nuestros problemas están en nuestra manera de alimentarnos. La digestión ocupa gran parte de nuestra energía, por eso es importante comer bien y liviano. Bajar el consumo de azúcar. Comer verduras. Tomar agua. Descansar bien. Tener tiempo de recreación. Refrán: “La primera riqueza es la salud” (Emerson).
CINCO. RESISTIRNOS A LA REALIDAD.
Nos negamos a ver las cosas como son, nos resistimos, nos molestan y nos roban la paz. Pero por más que duela la realidad, es allí donde comenzamos a realizar los cambios para mejorarla.
SEIS. NO RESOLVER TEMAS DE AMARGURA, RESENTIMIENTO Y ENOJO.
Estas cosas vienen por falta de perdón, por falta de orden y crecimiento; se evidencian en nuestras palabras y actitudes. Y hoy sabemos que las emociones como el resentimiento y la amargura no solo nos roban alegría y bienestar, sino que afecta nuestra salud.
SIETE. DESCUIDAR TUS EMOCIONES.
Tienes que atender tus emociones, desde las malas a las buenas. Son útiles para entender lo que vivimos y sentimos. Son indicativas de cómo van las cosas, pero nunca tienen que gobernar tu vida. Pero es sano entenderlas y recibirlas. Aunque necesitas tomar decisiones desde la sabiduría y la reflexión, y no por las emociones, las emociones son un termómetro de tu vida.
OCHO. NO RESOLVER COSAS PENDIENTES. Las cosas pendientes nos llevan a perder la paz y el orden del momento. Simplifica tu vida. Vive al día. Pon en orden las cosas que hayas descuidado o ignorado. Comprométete sólo con lo que puedes cumplir, manteniéndote dentro de tus prioridades.
NUEVE. DESEQUILIBRIO EN MIS EXPECTATIVAS. Las expectativas nos llevan a querer todo rápido, no esperar los tiempos, o esperar de más o esperar de menos. En lugar de enfocarte en los demás y en lo que “ellos” debieran hacer, hazte cargo de tu propia vida y responsabilidades.
DIEZ. FALTA DE ORACIÓN, MEDITACIÓN Y REFLEXIÓN. Aquí se resume todos los puntos anteriores. Cuando vivimos en prisa, perdemos sabiduría. Necesitamos espacio de tranquilidad para examinar nuestras vidas y vivir con sabiduría.
En la Biblia encontramos estas frases sabias:
Proverbios 19:2 (TLA) “No es bueno actuar sin pensar; la prisa es madre del error.” Proverbios 19:2 (RVR1977) “El afán sin reflexión no es bueno, Y aquel que se apresura con los pies, se extravía.”
Tomemos tiempo para reflexionar y desterrar estos ladrones de energía. ¡Recuperemos nuestras fuerzas!
