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Un espacio de reflexión y crecimiento personal

Cada día un nuevo comienzo


El escritor Kurt Vonnegut dijo una vez: De todas las palabras de los ratones y los hombres, las más tristes son:" Podría haber sido…"

¿Cuáles son tus quejas, tus tristezas por tu pasado? Tu pasado, tu historia, te ha llevado a lo que eres hoy. Pero más que ver lo que ya pasó piensa en lo que se viene.

Todo lo que has vivido, sea lo bueno o lo malo, o lo difícil o lo simple, lo profundo o lo superficial, te hace hoy lo que eres. Lo que piensas respecto a tu vida quizás es la única cosa más importante para tener en cuenta. ¿Qué piensas de ti mismo? Comienza a ver lo mejor de ti mismo y a ver las posibilidades que tienes hoy de mejorar tu vida y la de otros con tu trabajo, tu servicio, tu consideración.

En lugar de mirar tus fracasos como tal, mira lo que has considerado fracasos como lecciones de aprendizaje. En lugar de ver a tus tropiezos como tiempo perdido, elige verlos como peldaños de crecimiento y madurez. Cada “fracaso” tiene la semilla y el potencial del cambio. Elige ver tus problemas hoy como desafíos en lugar de obstáculos. Tus dificultades presentes son una oportunidad para aplicar toda tu capacidad y entendimiento.

Elige tres situaciones hoy que te preocupan y te estresan, y escribe tres posibles acciones para cada una de las situaciones. Busca tener más opciones, en lugar de solo pensar que “no hay nada que hacer” o que “solo hay una manera de resolver esto”. Cuantas más opciones escribas y encuentres, mayores serán tus posibilidades de resolverlas. No te encierres con una sola respuesta. Consulta con amigos, parientes, o profesionales de confianza de ser necesario. Muchas veces la mirada más imparcial de un tercero te puede sumar soluciones. Define qué acciones harás con cada uno de tus problemas, y así caminar hacia mejorar tu vida.

Comienza cada día pensando que tomarás dos o tres pequeños pasos hacia la dirección de lo que quieres en tu vida. Ni un paso tan pequeño que no te desafía, ni un paso tan grande que no puedas saltar. Comienza cada día valorando la vida, la familia, tu trabajo o tu actividad (aunque no estén en condiciones ideales), y toma unos minutos para dar un abrazo, un saludo, un mensajito, una palabra de aliento a alguien importante en tu vida. Practica la amabilidad con los demás. En tanto trajín de nuestros tiempos, la amabilidad nos vuelve a la cordura, al respeto, a los buenos modales. Sonríe tanto como puedas, saluda a todos los que puedas con simpatía, sé amable con todos.

Cada mañana comienza con esta meditación: “Hoy comienzo este día con esperanza y alegría. Dejo el pasado en el pasado, me desprendo del ayer y hoy escribo cosas buenas y proactivas en la nueva hoja que me da este día. Perdono a todos los que me hirieron, u ofendieron, me despojo de toda envidia, todo resentimiento, toda amargura. Haré lo mejor de mi día para mejorar mi mundo, aunque sea tan solo un pequeño paso a la vez.”

Convierte los “podría haber sido” en una realidad cada día.

Tienes mucho para hacer. Tu vida es valiosa y útil. Date una nueva oportunidad cada día.

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