¿Hay consecuencias a actitud negativa?

La actitud negativa puede ser como una puerta cerrada, que te cierra a las oportunidades de la vida, a una mirada de esperanza.
¿Qué consecuencias trae una actitud negativa hacia la vida?Se estudiaron personas con fortunas en sus cuentas bancarias, que aun así encontraban la vida aburrida y obsoleta. Por otra parte se estudiaron personas con muy poco dinero a su favor, pero que de igual manera disfrutaba de la vida. ¿Cuál era la diferencia? Su actitud hacia la vida. La habilidad de mirar a la vida con optimismo o...pesimismo.
Uno de los problemas que tiene el pesimista es ponerse metas tan altas que resultan imposibles o muy difíciles de lograr. Por lo tanto, ante el primer obstáculo, piensa, “Ya sabía que esto era demasiado difícil. Es obvio que no podré lograr lo que quería.”
¡Su pesimismo lo derrota ante el primer escalón! Por eso es útil recordar un buen consejo: Recuerda que tu gran problema es la suma de pequeños problemas...comienza resolviendo los pequeños problemas y terminarás por resolver el problema grande.
Pero, ¿mirarás a los problemas desde el punto de vista de la fe y de la esperanza? ¿O mirarás a las cosas desde el fatalismo, la resignación y el pesimismo?
El pesimista tiene por lo menos tres conceptos negativos frente a la vida:
1. Cree que la vida y la existencia humana es indiferente al hombre: que la vida es un lugar inhóspito para estar.
2. Cree que todo el mundo es motivo de desconfianza, y se proyecta hacia los demás con una actitud de cinismo y distancia.
3. Cree que nada puede hacer para cambiar el rumbo o situación de las cosas. Cree que es impotente frente a la vida, y las expresiones comunes de un pesimista son: “¿De qué vale lo que se haga? ¿Para qué luchar si todo está perdido?”
¿Dónde se comenzó a formar la actitud de un pesimista? Desde sus propias raíces, su crianza, y una combinación de factores entre formación, personalidad y carácter... agregando su manera de pensar.
Un pesimista difiere de un optimista en que piensa de manera negativa de sí mismo. Cree que no es una persona capaz de algo bueno, de algo productivo, de lograr algo en la vida. Su derrota comienza en su mente: en su manera de pensar. El optimista piensa más en los otros; el pesimista se centra en sí mismo gran parte del tiempo.
El pesimismo es un sentimiento de inferioridad o discapacidad interior de una persona que está demasiado centrada en sí misma. Por eso se ha dicho que un optimista completa un crucigrama en tinta, mientras que un pesimista usa un lápiz.
Es curioso. Hasta la ciencia afirma que la gente religiosa, la gente que cree, es más optimista que quien no cree en nada o para quien está obsesionado en cosas materiales.
El enfoque positivo del optimista resulta en una persona con mayores fuerzas y entusiasmo, mientras que los pesimistas están más atados a sus depresiones y tristezas, bajando mucho su rendimiento físico e intelectual. Los pesimistas tienen mayores sentimientos de soledad ya que se rechazan a sí mismos y resultan en sentirse rechazados por los demás. Como se ha dicho sabiamente, mucha gente anda solitaria porque construye muros en lugar de construir puentes.
Por eso, ¡construye puentes de optimismo y buen ánimo! ¡Abre la puerta al optimismo!